Primer Presidente de Aedipe Asturias. Conversamos con Balbino José González Sáez sobre la importancia de las asociaciones profesionales y la situación actual de la gestión de personas.
Foto: Balbino José González.
BALBINO JOSÉ GONZÁLEZ
Primer Presidente de Aedipe Asturias
V.- He visto una presentación en Fundipe de la obra de Jeffrey Pfeffer: "El trabajo nos está matando". ¿Es así?
BJ.- Esta obra que Fundipe acaba de publicar en español, ofrece una visión bastante interesante acerca de lo que está pasando en el mundo del trabajo en las últimas décadas y nos hace reflexionar acerca de la importancia que le estamos dando al trabajo. La actitud de vivir para trabajar, lo sobrevaloramos hasta el punto de que las bajas por estrés y por depresión son una de las principales causas de absentismo en las empresas. Pfeffer habla de 120.000 trabajadores estadounidenses que mueren al año por estrés.
V.- ¿Y en Europa?
BJ.- La visión de Pfeffer se desarrolla en el contexto de las empresas de EE.UU., pero creo que en Europa tenemos una cultura empresarial muy parecida. En palabras del autor es un sistema laboral tóxico, en el que el equilibrio entre empleados, clientes y accionistas se ha roto hace mucho y los empleados han sido los más perjudicados.
V.-Hay que darle las gracias a Fundipe por esta publicación.
BJ.- Y hay que poner en valor lo que hace la Fundación para el desarrollo de la función de dirección de personas, de la que tengo el honor de formar parte de su patronato. Ha ido publicando importantes y muy recomendables obras de autores del más alto nivel, como el caso de Pfeffer, profesor de la Universidad de Stanford.
V.- ¿Crees que hay que dar más protagonismo a las asociaciones?
BJ.- Sí. Me gustaría reivindicar el papel de las asociaciones profesionales en España. Creo que son agentes importantes en el desarrollo económico. Estas organizaciones en los países más avanzados son tenidas mucho más en cuenta que en nuestro país.
"Hay que reivindicar el papel de las asociaciones profesionales en España. Creo que son agentes importantes en el desarrollo económico".
V.- Hablemos de AEDIPE Asturias, ¿qué significa para ti?
BJ.- Es importante para mí y, al haber sido su primer Presidente, en cierta forma me siento un poco “padre” de esta organización.
V.- ¿Qué te llamó la atención de Aedipe?
BJ.- Conocí Aedipe en los años 90 y, desde el primer momento, me sorprendió la vitalidad de una asociación de personas, independiente, sin afán corporativista, que en aquella época estaba compuesta por directivos del área de personal, pero que pronto fue abriéndose a más profesionales.
"Las asociaciones tienen un reto esencial y es adaptarse a nuevos tiempos donde las nuevas tecnologías han cambiado las reglas de juego".
V.- ¿Y se creó Aedipe Asturias?
BJ.- Sí. Para mí, en aquella época, supuso un reto constituir la asociación en Asturias. Nació gracias al trabajo y el esfuerzo de un grupo de profesionales que aspirábamos a crear en Asturias una delegación territorial de Aedipe y estar a la altura de otras comunidades autónomas, donde ya se realizaban jornadas y encuentros. Aunque fueron muchos los que secundaron la idea, fue esencial el trabajo de José Manuel Suárez, directivo de ALSA y Antonio Crespo de la EMT que nos apoyaba desde Madrid. Al principio hubo muchas dificultades, pero fuimos capaces de salir adelante y, hoy en día, es una realidad sólida y con un futuro lleno de oportunidades.
V.- ¿Qué logros se han conseguido desde Aedipe Asturias?
BJ.- En 2002 empezamos el objetivo ocho personas. Hoy en día somos más de cien, se realizan más de 20 actividades al año, hemos consolidado los premios a la mejor trayectoria profesional, reconociendo a los veteranos de nuestra profesión y en este período hemos organizado en nuestra tierra dos congresos nacionales de recursos humanos.
V.- ¿Cómo ves el futuro de Aedipe Asturias?
BJ.- Como el futuro de cualquier asociación, depende de la participación y el interés de las personas que la componen y del liderazgo de su junta directiva. Actualmente, las asociaciones tienen un reto esencial y es adaptarse a nuevos tiempos donde las nuevas tecnologías han cambiado las reglas de juego y esto supone un cambio total a la hora de diseñar y proporcionar los servicios que las personas esperan de ellas.
V.- ¿Y el futuro de los RRHH en general?
BJ.- En la actualidad, el impacto del COVID-19 ha proporcionado un vuelco total a la situación de la gestión de las personas. Esto, en mi opinión, va a suponer un cambio importante en las empresas. Nos traerá cosas interesantes como el desarrollo del teletrabajo o la tele-formación, por poner dos ejemplos, y los ahorros económicos que estas pueden suponer, así como gestionar el reto de liderar equipos de forma remota. Pero también nos traerá un aumento del desempleo y cierta deshumanización de las relaciones laborales que habrá que gestionar con sabiduría.
"Aquellos sistemas que se caractericen por ser más sencillos, más rápidos y más baratos, se impondrán a todos los demás".
V.- ¿Cómo lo vivís en Linkinpeole, tu empresa?
BJ.- Desde el mes de marzo, hemos seguido haciendo procesos de selección de personal, entrevistas, pruebas, etc. de forma telemática sin que para ello, se haya renunciado a la calidad de esos procesos. Esto nos debe hacer reflexionar bastante sobre economía de recursos y utilización de las nuevas tecnologías, videoentrevistas, webinars, formación online, etc. Posiblemente no estábamos optimizando todas estas herramientas por cuestiones culturales o por temor a lo desconocido. En mi opinión, igual que ha pasado siempre, aquellos sistemas que se caractericen por ser más sencillos, más rápidos y más baratos, se acabarán imponiendo a todos los demás.
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