Hablamos con Joaquín Dosil, presidente de Libredón y de la Sociedad Iberoamericana de Psicología del Deporte.
Foto: Joaquín Dosil
JOAQUÍN DOSIL, presidente de Libredón y de la Sociedad Iberoamericana de Psicología del Deporte.
V.- Seis ediciones de Encuentro Directivos Líderes "100 consejos", ¡enhorabuena! ¿Con qué consejos te quedas?
JD.- Hemos recibido en estas ediciones más de 500 consejos de directivos líderes, pero me quedo con algunos que fueron denominador común de todas las ediciones: trabajo, trabajo y trabajo, la importancia del equipo humano en la empresa, equilibrar la vida personal con la vida profesional, perseverancia, esfuerzo y superación.
V.- Hablemos de Libredón, consultoría empresarial, ¿qué es lo que más os demandan en el ámbito de los RR.HH?
JD.- Nos demandan formación, tanto en habilidades directivas como para la creación y desarrollo de equipos, así como asesoría estratégica con la alta dirección. En estos momentos la mayor demanda es la adaptación a la situación que estamos viviendo y las herramientas que necesitaremos para afrontar la "nueva normalidad" que tendremos desde que se produzca el retorno a la actividad empresarial y social.
V.- Y en esta situación actual ¿cómo se enfrentan a ella los directivos y directivas?
JD.- Entre los directivos con los que trabajamos, nos estamos encontrando con diferentes perfiles, según el sector y las características de personalidad y estilo del directivo. En sectores que están muy afectados por la crisis sanitaria, como los hoteles o las cadenas de restaurantes, apreciamos una gran preocupación e incertidumbre. En otros sectores están aguantando con resignación y adaptándose lo mejor posible. En general, percibimos que los directivos están con tensión, pero muchos reinventándose, buscando soluciones creativas en sus empresas y para ellos mismos.
"Trabajo, equipo humano, equilibrio perseverancia,
esfuerzo y superación".
V.- Es una situación compleja, sí. En tu trayectoria, ¿qué situaciones te han parecido más complejas?
JD.- Cuando trabajamos en una empresa para transformarla, muchas veces nos encontramos con personas que son reacias al cambio, puesto que el modificar algo en lo que te has acomodado es complejo, y que afrontar situaciones nuevas genera cierto temor a mucha gente. Aquí es clave la comunicación, cómo trasladarle el mensaje a estas personas, así como el propio proceso de cambio, realizándolo de forma progresiva, explicada y haciéndoles partícipes. Las transformaciones más importantes que hemos conseguido en empresas no fueron por una gran inyección económica o por la compra de equipos más modernos, han sido siempre por el poder de las personas y la fuerza del grupo.
V.- Por cierto, ¿qué tal va la Sociedad Iberoamericana de Psicología del Deporte?
JD.- Realmente bien, está muy activa y contribuyendo de forma precisa al desarrollo de la psicología del deporte en los países iberoamericanos. En estos momentos tenemos más de veinte países implicados y hemos superado los mil socios, convirtiéndonos en una de las Sociedades científicas más numerosas del mundo en socios. Llevamos siete Congresos donde participan unas 500 personas, tenemos un Master semipresencial de referencia en Iberoamérica, cursos y conferencias, píldoras solidarias que estamos realizando con motivo de la crisis sanitaria...
"Las transformaciones más importantes que hemos conseguido en empresas no fueron por una gran inyección económica o por la compra de equipos más modernos, han sido siempre por el poder de las personas y la fuerza del grupo".
V.- ¿Cómo está afectando la situación a los deportistas?
JD.- Los deportistas tienen habilidades transversales que emplean para llevar lo mejor posible el confinamiento. Les decimos que deben emplear las mismas estrategias que usan en competición deportiva para ganar la competición que nos ha puesto la vida. Muchos lo han entendido bien y han transformado esta crisis sanitaria en un gran reto, una situación que deben superar y salir más fortalecidos
V.- ¿Y los olímpicos?
JD.- Los olímpicos sintieron un gran alivio cuando se postergaron al 2021 los JJ.OO., pues estaban con una gran tensión por no poder entrenar bien y acercarse la fecha. Al trasladarla al 2021 han tenido que reorganizarse, replantear objetivos, pero con el tiempo para poder adaptarse mucho mejor a la situación.
V.- Psicología y el coaching ¿para qué?
JD.- La psicología que practicamos es la psicología de alto rendimiento, es decir, potenciar la parte mental del deportista, así como la del empresario. Trabajamos para aumentar su rendimiento: ser personas que tienen mayor autocontrol, gran capacidad de gestionar emociones, optimizar sus habilidades de comunicación, mejorar el afrontamiento de situaciones adversas, etc.
El coaching es una herramienta que nos funciona muy bien, tanto a nivel individual, como a nivel de equipos. Realizar preguntas poderosas que les ayuden a reflexionar, a descubrir y a desarrollar estrategias que ya tienen por ellos mismos es algo realmente bonito. Existe un gran paralelismo entre deporte y empresa, pues en ambos sectores hay personas, hay grupos humanos y se trabaja desde unos objetivos que con la psicología y el coaching es más factible conseguirlos.
"Existe un gran paralelismo entre deporte y empresa. En ambos sectores hay personas, grupos humanos y unos objetivos".
V.- Como coach de equipos deportivos, ¿qué has aprendido durante este tiempo?
JD.- Mucho. Cada día es un aprendizaje, el deporte es cambiante, está cargado de emociones, me atrevería a denominarlo como una montaña rusa de emociones, donde pasas de estar alegre a triste y viceversa, en muy poco tiempo. Nuestro trabajo se centra en conseguir el equilibro emocional, en lograr que cada deportista saque lo máximo de sí mismo. Cada historia deportiva tiene momentos inolvidables. Hay momentos como quedar Campeones del Mundo, un ascenso, una medalla olímpica o salvar la categoría que te marcan, pero personalmente me marca mucho más cada deportista a nivel individual. Desde un compañero de entrenamientos en atletismo que en un año consigue, de casi no poder correr por sobrepeso y falta de actividad, a ser 3º del mundo en la maratón en su categoría, hasta algún piloto del mundial que no conseguía hacer podiums y se transforma en campeón del Mundo. Hay casos como el del futbolista Filipe Luis que me marcaron, por su capacidad de resiliencia, al superar una lesión compleja y de larga duración y, sobre todo, por el optimismo realista que mostró en todo su proceso.
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