Las personas somos lo más importante en las empresas, con lo que aprendemos, la capacidad de caerse y levantarse, reinventarse, el debate entre lo correcto y las tentaciones, lo que sentimos, lo que decimos y lo que callamos.
Participan: Julio Rodríguez Díaz, Carlos Cid, Juanjo Valle-Inclán, Juan Antonio Esteban Bernardo, Lorenzo Rivares, Manuel Pozo Gómez, Tomás Otero, Rosa Allegue.
V.- RRetratos HHumanos, un viaje con 11 directores de Recursos Humanos al corazón de la empresa. ¿El valor más importante de la empresa son las personas?
JR.- Efectivamente, los negocios se sustentan en personas. Las personas somos la clave que convierte lo sobresaliente en excepcional.
CC.- La respuesta es casi de perogrullo: sin personas no hay empresa.
JA.- Las personas son quienes realmente manejan los hilos del negocio. No son programables, no se deprecian como el resto de los recursos, y cuando están identificados con su trabajo, son capaces de superar todas las expectativas.
V.- Veo que estáis todos de acuerdo en este punto.
LR.- Yo aporto tres razones fundamentales. Primera: sin personas no hay empresa, como han dicho mis compañeros. Segunda: el éxito se basa en las decisiones acertadas de determinadas personas. Y tercera: el único motivo real para trabajar con pasión es beneficiar a las personas, a la sociedad. El resto de motivos son sucedáneos edulcorados.
JVI.- Las personas son el alma de la empresa, constituyen la materia gris de la organización, sin ellas una empresa no sobrevive.
Fotos: Ana López, Luis Expósito, Carlos Cid y Rosa Allegue.
V.- ¿Y sin medios?
MP.- Cualquier empresa puede disponer de los mejores medios a su alcance, es cuestión de dinero, de planificar, de aprovechar la circunstancia, pero lo que hará distinta la organización de las demás, será la filosofía con la que las personas empleen los medios a su disposición.
RA.- Es que solo las personas hacen posible que pasen cosas para que la empresa crezca. Las personas son las únicas que tienen creatividad y pueden innovar. Son las únicas que muestran emociones y que pueden gestionarlas. En definitiva, son el motor que hace funcionar una organización.
JVI.- Hay dos aspectos fundamentales en toda empresa. La tecnología y las personas, que son el cerebro, el sentimiento, la resiliencia, el compromiso; y ambas deben complementarse, nunca sustituirse.
V.- Tecnología. ¿Qué ocurre con la automatización?
TO.- Fíjate que ahora que se habla tanto de inteligencia artificial y de la sustitución de personas por máquinas, vamos a ser conscientes del valor que aportan las personas. Dejaremos atrás las tareas más administrativas y procedimentales, y nos centraremos en las tareas que requieran más creatividad. Ahora mismo, esto se ve de forma muy discreta, pero el tiempo nos irá llevando a esta situación, y no será en un tiempo muy lejano.
JR.- Por mucho que automaticemos el trabajo, las personas siempre harán la diferencia. La plena automatización nunca existirá.
V.- Muy bien, apostemos por las personas, pero ¿tienen libertad? ¿pueden hablar? ¿se callan cosas?
JR.- Cada empresa es un mundo lleno de personas. Como en cualquier entorno o comunidad hay cosas que se dicen y otras, que nunca se hablan. A mí me gusta preguntar y aprender de los demás. Me gusta fomentar entornos de escucha y de comunicación.
CC.- Yo creo que se calla aquello que el entorno les impide decir. Hay climas espesos que se cortan con un cuchillo y ahí no florecen ni los geranios.
MP.- Depende también de la época profesional y de la etapa humana en la que se encuentre cada uno. Ya se sabe que cuanto más viejo, más pellejo. Yo creo que hay que apostar por la espontaneidad y frescura de la gente joven que lo dice todo a la cara, pero también hay que contar con la experiencia y prudencia de los veteranos.
JA.- Ojalá las empresas promovieran culturas para decir las cosas y decirlas con honestidad. No "sincericidios", sino aportaciones constructivas.
TO.- Yo creo que cada vez hablamos de más cosas, pero quizás menos transcendentes. De hecho el relato “tormenta de silencios” en el libro, trata de eso. De cómo la gente habla de todo, menos de lo importante. Nos cuesta abrirnos porque existe una sensación de que la gente utilizará lo que dice en su propio beneficio.
V.- ¿No se habla, a veces, por miedo?
RA.- Por miedo o por desconfianza. Pero, sobre todo, las personas se callan sus emociones en el día a día, y cuando las dejan salir, es demasiado tarde. Si no puedes ser tú mismo en tu empresa, no estás en el sitio adecuado.
LR.- El principal problema es que el miedo impulsa a "no hacer", a paralizar; mientras que para conseguir los mejores resultados hay que emprender muchos proyectos y asumir que algunos de los cuales fracasarán.
Fotos: Lorenzo Rivarés, Tomás Otero, Julio Rodríguez y Enrique Mª Rodríguez.
"Hay que poner el corazón en los números. Las empresas no pueden tomar decisiones solo mirando rentabilidad a corto plazo. Cada persona es única y hay que escuchar primero, para entender después la forma en que se puede motivar a una persona y sacar lo mejor de ella, para su crecimiento personal y para el crecimiento conjunto de la empresa. Hay pocos retos inalcanzables si se cuenta con un equipo motivado y cohesionado". ROSA ALLEGUE
V.- Hablemos del fracaso. ¿Hay que aprender a caerse y levantarse?
JR.- No hay otra posibilidad. Aprender de los errores y seguir adelante con más fuerza aún. Si eres persistente y aportas valor, tarde o temprano los objetivos se alcanzan.
CC.- No hay aprendizaje sin caídas. En el éxito y en la espuma cualquiera navega. Hay que relativizar los errores y ponerlos en su contexto.
JVI.- Caerse es fácil, lo complicado es levantarse porque para ello hacen falta dos cosas: Voluntad y aprendizaje. Lograrlo solo se consigue cayéndose y levantándose muchas veces.
JA.- Caerse es parte de la vida, y adquirir cada día más y mejores recursos es responsabilidad de cada uno. No se puede depositar en otro o en una frase ocurrente. No sé que da más pavor, si escuchar a los pseudo gurús que van dando recetas fáciles sobre cómo superar las dificultades, o la cantidad de personas que les prestan atención. Levantarse no tiene por qué ser fácil, todo lo contrario.
MP.- Seguro que no hay una fórmula matemática, hay muchas palabras para completar el cómo: voluntad, constancia, persistencia...
LR.-Yo creo que hay que tener un plan de vida profesional y no parar hasta conseguirlo. Es la única manera de seguir luchando cuando las fuerzas te abandonan. Mi plan es demostrar que se pueden conseguir excelentes resultados económicos respetando y desarrollando a las personas.
TO.- Mira a los bebés cuando aprenden a caminar. De ellos se aprende. Lo primero que hacen es buscar puntos de apoyo, luego exploran con pequeños saltos, luego dan grandes saltos y comienzan a probar, luego andan y comienzan a caerse, y tras cada caída, lloran y se reponen, hasta caminar sin problemas. Respondiendo a la pregunta, este aprendizaje se consigue teniendo un fuerte propósito de querer caminar. El objetivo no es levantarte, el objetivo es caminar. Si tienes un claro propósito te levantas una vez tras otra. Ese es el secreto, tener un propósito.
"Somos responsables de inspirar a los demás con un sentido superior a su trabajo. Para dirigir, lo importante es conectar con la cabeza y el corazón". JULIO RODRÍGUEZ
V.- ¿Créies que hay tentaciones para no hacer lo correcto en la empresa?
MP.- Siempre. En cada decisión, en cada momento. La tentación siempre está presente.
LR.- El camino más corto, el más sencillo, el incorrecto es la tentación del mediocre, la antesala del error.
CC.- Es lo fácil. Corregir a un subordinado es un rollo. Es mejor pasarlo por alto y esperar que el tipo aprenda en el entorno. Grave error.
RA.- ¿Qué es lo correcto? ¿Qué es lo incorrecto? El problema está muchas veces en tomar decisiones. Yo me guío por unos valores éticos y, a partir de ahí, me gusta ser y moverme ágil.
JA.- Sí, creo que si una persona tiene un estándar ético, está blindada contra las tentaciones.
TO.- Recursos Humanos tiene que ser garante de que todo funciona de forma correcta, y por eso debemos ser los más estrictos en el cumplimiento de las normas. Practica lo que predicas, ¿no es así?
RA.- Si los máximos directivos de la empresa no predican con el ejemplo, toda la empresa corre el riesgo de caer en la tentación por pura desidia. El respeto, el esfuerzo, el compromiso y la generosidad son algunos de los valores que deben estar presentes en cualquier organización. Si no se tienen, se acabará haciendo algo incorrecto.
Fotos: Manuel Pozo y Juanjo Valle-Inclán.
HAN PARTICIPADO:
Julio Rodríguez Díaz. @juliorodriguezd
Empresario, formador y conferenciante.
Carlos Cid @CarlosCidB
Director de Recursos Humanos en Euroforum y Doctor en Derecho
Juanjo Valle-Inclán @ jjvabus
Responsable de Personas y Valores de Mediapost.
Juan Antonio Esteban Bernardo @juan_a_esteban
Director de RRHH de ALSA, coach ejecutivo, profesor.
Lorenzo Rivares
Delegado Internacional de RR.HH. en Grupo EULEN. Doctor en Psicología Industrial e Investigador con la Universidad de Salamanca
Manuel Pozo Gómez
Militar de carrera. Licenciado en filología alemana.
Tomás Otero @tomasotero
Director de Recursos Humanos.
Rosa Allegue @rosaallegue
CFO Skechers Iberia, profesora asociada en la Universidad Complutense de Madrid.
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